1826 | 30 años Roma: vista desde el jardín de la Villa Farnesio Óleo sobre papel. Colección Phillips. Washington |
1827 | 31 años El puente de Narni Óleo sobre papel montado sobre lienzo. Museo del Louvre. París 34 × 48 cm. |
1830 | 34 años Catedral de Chartres Óleo sobre tabla. Museo del Louvre. París 64 x 51.5 cm. |
1831 | 35 años Louise Harduin por la mañana Óleo sobre tabla. Sterling and Francine Clark Art Institute. William 54 x 46 cm. |
1834 | 38 años Venecia, La Piazzetta Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre. París 21 x 35 cm. |
1834 | 38 años Vista de Génova Óleo sobre papel morouflé y sobre tabla. Art Institute of Chicago 29 x 41 cm. |
1840 | 44 años Villa de Avray, El Estanque y la Casa Cabassud Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre. París 80 x 60 cm. |
1842 | 46 años El Muelle de los Pastos en Ginebra Óleo sobre tabla. Musée d'Art et d'Histoire. Genève 34 x 46 cm. |
1864 | 68 años Recuerdo de Mortefontaine Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre. París 65 × 89 cm. |
1867 | 71 años Ville d’Avray Óleo sobre lienzo. National Gallery of Art. Washington |
1869 | 73 años Una mujer leyendo Óleo sobre lienzo. Metropolitan Museum. Nueva York 54.3 x 37.5 cm. |
1870 | 74 años Mujer con una perla Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre. París 70 × 55 cm. |
Biografía: Pintor francés, conocido sobre todo por sus paisajes realistas y románticos. Su obra anuncia el impresionismo. Nació en París el 16 de julio de 1796. Del pintor de paisajes académicos Victor Bertin aprendió los principios de composición clásicos, que caracterizan los paisajes sosegados y bien estructurados que pintó entre 1825 y 1828 en Italia. Ejemplos de esta etapa son Forum (1826) y el Puente de Narni (1827), ambos en el Museo del Louvre, París. Desde 1828 hasta su muerte, Corot vivió en París. Durante los meses cálidos del año recorría Europa haciendo pequeños esbozos al óleo que, como los de la escuela de Barbizon, están entre los primeros paisajes franceses pintados directamente del natural. Estos apuntes poseen una estructura muy cuidada y una gran sensibilidad para la luz natural. Durante el invierno trabajaba en su taller, en grandes obras de salón de tema bíblico o histórico. En 1845, tras haber logrado un gran éxito de crítica, comenzó a vender su obra. Después, sus paisajes se fueron convirtiendo en creaciones más imaginarias, bañados por una vaporosa atmósfera romántica conseguida a través de tonalidades plateadas y pinceladas suaves. Ejemplos de este estilo protoimpresionista, que le haría famoso, son las versiones de la Villa de Avray, lugar donde vivía, y Recuerdo de Mortefontaine (1864, Museo del Louvre). Aunque tendía a repetir el estilo con el que había alcanzado el éxito para satisfacer las demandas populares, también pintó obras tan extraordinarias como El campanario de Douai (1871, Museo del Louvre) en el estilo clásico de su primera época. No faltan en su obra los retratos y los estudios de figuras humanas. Corot gozó del favor del público y oficial, y los grandes escritores de la época como Baudelaire o Gautier le dedicaron artículos elogiosos. Fue un hombre sencillo y generoso con sus amigos y alumnos, tanto en lo que se refiere al dinero como al tiempo (llegó incluso a firmar cuadros de compañeros poco afortunados), lo cual le valió el sobrenombre de père Corot (padre Corot). Murió el 22 de febrero de 1875 en París. © M.E. |