1758 | 46 años Procesión nocturna en plaza de San Marcos Óleo sobre lienzo. Ashmolean Museum. Oxford 48 x 85 cm. |
1763 | 51 años Milagro de un santo dominico Óleo sobre lienzo. Colección particular. Lugano 72 × 79 cm. |
1770 | 58 años El Bucentauro parte del Lido el día de la Ascensión Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre. París 66 x 101 cm. |
1770 | 58 años Coronación en el Palacio Ducal Óleo sobre lienzo. Museo del Louvre. París 67 x 101 cm. |
1780 | 68 años Gran Canal. San Simeone Piccolo y Santa Lucía Óleo sobre lienzo. Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid 48 x 78 cm. |
1780 | 68 años Gran Canal. Santa Lucía y Santa María de Nazareth Óleo sobre lienzo. Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid 48 x 78 cm. |
1782 | 70 años Concierto Óleo sobre lienzo. Alte Pinakothek. Munich 68 x 91 cm. |
1784 | 72 años El ascenso del globo Óleo sobre lienzo. Gemäldegalerie. Berlin 66 × 51 cm. |
Biografía: Pintor italiano y el miembro más conocido de una familia de pintores a la que también pertenecía su hermano Gian Antonio. Se hizo famoso por sus paisajes rococó de Venecia, ciudad en la que había nacido en 1712. A comienzos de su carrera artística, junto con otros dos hermanos suyos, realizó muchas pinturas de todo tipo para iglesias, palacios y mecenas privados de Venecia y sus alrededores. Sin embargo, en la década de 1750 comenzó a pintar veduta ideate (vistas, normalmente, con elementos arquitectónicos) a la manera de su gran predecesor Canaletto. Guardi mantuvo la precisión escenográfica de los cuadros arquitectónicos de Canaletto, pero añadió vitalidad de trazo y color e incrementó el elemento imaginativo. Los resultados, como en la espléndida Piazza san Marco decorada para la fiesta de la Ascensión (c. 1775, Fundación Calouste Gulbenkian, Lisboa, Portugal), El Gran Canal con santa Lucía y santa María de Nazareth (1780) y El Gran Canal con san Simeone Piccolo y santa Lucía (1780), estos dos últimos en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid (España), fueron evocaciones románticas sin parangón de Venecia. Con pinceladas rápidas, llenas de vida, pobló sus paisajes urbanos con procesiones grandiosas y vistosos atuendos, bañados por una luz brillante y acuosa que presagia los efectos que más adelante lograrían los impresionistas durante el siglo XIX. © M.E. |