Dyck

Antoine van Dyck


 Bélgica | 1599-1641




1621 | 22 años
Retrato de familia
Óleo sobre lienzo.
Hermitage. San Petersburgo
113.5 x 93.5 cm.



1630 | 31 años
Martin Ryckaert
Óleo sobre lienzo.
Museo del Prado. Madrid
148 x 113 cm.



1635 | 36 años
Carlos I como cazador
Óleo sobre lienzo.
Museo del Louvre. París
266 x 207 cm.



1641 | 42 años
Sir Endimion Porter y Van Dyck
Óleo sobre lienzo ovalado.
Museo del Prado. Madrid
119 x 144 cm.



Biografía:
    Pintor flamenco que fue uno de los retratistas más importantes y prolíficos del siglo XVII, y uno de los más brillantes en el manejo del color. Nació el 22 de marzo de 1599 en Amberes, hijo de un rico comerciante en sedas. A la edad de 11 años después de mostrar un talento artístico precoz, empezó a trabajar como aprendiz del pintor flamenco de temas históricos Hendrik van Balen. En 1618, sin haber cumplido los 19 años, fue admitido en el gremio de pintores de Amberes. Durante los dos años siguientes trabajó en el taller de Petrus Paulus Rubens en esa misma ciudad. En ese periodo sigue el estilo exuberante y dinámico de Rubens, que se manifiesta en El Prendimiento (1618?, Museo del Prado, Madrid). De 1620 a 1627 Van Dyck residió en Italia, donde fue un retratista muy solicitado y alcanzó su madurez artística. La fuerza de la pintura flamenca de su primera época se fue suavizando hasta dar paso a un estilo más elegante y solemne. En sus retratos de aristócratas italianos creó figuras idealizadas, con posturas enhiestas y orgullosas, físicos delgados y manos delicadas famosas por su expresividad. Influenciado por los grandes maestros venecianos Tiziano y Paolo Veronese utilizó colores brillantes y de gran riqueza. Ningún pintor de la época superó a Van Dyck en los blancos tornasolados de los satenes, los azules suaves de las sedas o el carmesí de los terciopelos. Fue la quintaesencia de los pintores de la aristocracia y alcanzó especial fama en Génova, donde demostró una gran capacidad para plasmar a sus personajes con un parecido notable y desarrolló todo un repertorio de tipos de retratos que posteriormente le serían de gran utilidad en la corte de Carlos I de Inglaterra. Entre 1627 y 1632 regresó a Amberes, donde realizó retratos y cuadros religiosos. En 1632 se instaló en Londres como pintor de corte de Carlos I, que le nombró caballero poco después de su llegada. Retrató a gran parte de la aristocracia inglesa de la época y su estilo se tornó más suave y luminoso, con una pincelada menos cargada y mayor cantidad de toques de luz dorados y plateados. En algunos casos sus retratos muestran cierta rapidez y superficialidad en la realización, debido a la urgencia de ejecución para poder hacer frente al aluvión de encargos que recibía. En 1635 pintó su obra maestra, Carlos I como cazador (Louvre, París), en donde el monarca aparece de pie en una postura que realza su altiva elegancia. En el Museo del Prado se conserva una amplia muestra de sus obras, destacando los retratos de Sir Endimion Porter y Van Dyck, el del pintor Martin Ryckaert y un retrato ecuestre de Carlos I. Van Dyck fue uno de los pintores más influyentes del siglo XVII. Renovó el estilo flamenco y fundó la escuela inglesa de pintura, Joshua Reynolds y Thomas Gainsborough, retratistas pertenecientes a dicha escuela, fueron sus herederos artísticos.  © M.E.



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