El cuerpo utópico. Las heterotopías (fragmento)Michel Foucault
El cuerpo utópico. Las heterotopías (fragmento)

"No obstante, hay que observar que el espacio que aparece hoy en el horizonte de nuestras preocupaciones, de nuestra teoría, de nuestros sistemas, no es una innovación; el mismo espacio, en la experiencia occidental, tiene una historia, y no es posible desconocer ese entrecruzamiento fatal del tiempo con el espacio. Podría decirse, para describir muy groseramente esta historia del espacio, que en la Edad Media existía un conjunto de lugares: lugares sagrados y lugares profanos, lugares protegidos y lugares por el contrario abiertos y sin defensa, lugares urbanos y lugares campestres (esto por lo que respecta a la vida real de los hombres); por lo que respecta a la teoría cosmológica, existían los lugares supra-celestes, opuestos al lugar celeste; y el lugar celeste se oponía a su vez al lugar terrestre; existían los lugares donde las cosas se hallaban ubicadas porque habían sido desplazadas violentamente y después los lugares, al contrario, donde las cosas encontraban su emplazamiento y su reposo naturales. Era toda esa jerarquía, esa oposición, ese entrecruzamiento de lugares lo que constituía aquello que se podría llamar muy groseramente el espacio medieval: espacio de localización.
Este espacio de localización se abrió con Galileo, porque el verdadero escándalo de la obra de Galileo no es tanto haber descubierto, haber redescubierto más bien que la Tierra giraba alrededor del Sol, como haber constituido un espacio infinito e infinitamente abierto; de tal suerte que el lugar de la Edad Media se encontraba así de alguna manera disuelto, el lugar de una cosa no era ya más que un punto en su movimiento, así como el reposo de una cosa no era sino su movimiento indefinidamente amortiguado. En otras palabras, a partir de Galileo, a partir del siglo XVII, la extensión reemplaza la localización. "



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