El caballo de bastos (fragmento)José Antonio Saldías
El caballo de bastos (fragmento)

"Teodoro. (Queda un instante indeciso. Va al escritorio demostrando visible preocupación, extrae de uno de los cajones un revólver, lo contempla un instante y luego dice en tono solemnemente cómico.) No dan ni cinco pesos en el empeño por este aparato... (Golpes en la puerta del foro.) ¿Quién? (Guarda el arma.) ¡Adelante!
Jacobo. Buenas tardes, señor Bastos...
Teodoro. Hola, ¿qué trae de bueno?
Jacobo. Mucho de malo...
Teodoro. Suspenda entonces la relación, compañero...
Jacobo. No hay más remedio...
Teodoro. Como remedio, venga...
Jacobo. Es el caso que...
Teodoro. Diga las cosas de una vez, compañero... Llámelas como son... Yo le debo tres meses de alquiler, usted quiere que le pague... Yo no tengo plata y ya está, arreglado.
Jacobo ¿Cómo?...
Teodoro. Naturalmente... Si yo le debo y no le pago es muy natural que usted proceda. A fin de mes puede disponer de estas oficinas.
Jacobo. Pero y esos alquileres... La situación... Usted sabe... La guerra...
Teodoro ...(Irónico.) La crisis... sí... sí... Pierda cuidado, amigo... Aquí le quedarán los muebles... Vaya acariciándolos... Este escritorio, por ejemplo, puede cambiarlo por un cajón para el día en que se muera...
Jacobo. Don Teodoro...
Teodoro Basta... (Violentamente.) Retírese... El tupé del tipo este... se cree que todos los que le deben le van a pagar...
Jacobo. Pero señor Bastos... yo no he querido...
Teodoro. Retírese de mi casa le he dicho...
Jacobo. ¿Su casa?
Teodoro. Bueno... de su casa... Tan suya como la casa de la calle Esmeralda... (Con marcada intención.)
Jacobo (Fingiendo no entender.) No sé qué quiere decir...
Teodoro. (Tomándolo de un brazo. Por lo bajo.) En la calle Esmeralda hay una casa que compra alhajas a los ladrones y que pertenece a un tal Jacobo, el mismo que pone la soga al cuello a una persona decente. Como esa persona decente no es tan otaria que digamos, ha resuelto denunciarla y espera al redactor de «La Opinión» para darle la noticia... Puede retirarse de «su casa». "



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