Job: la fuerza del esclavo (fragmento)Antonio Negri
Job: la fuerza del esclavo (fragmento)

"Ahora bien, estamos nuevamente en ese lugar en que la medida del mundo se diluye en el desorden del universo y donde el mal se refleja en el caos, en la desmesura. El pasaje es ontológico. Hay un desplazamiento de la problemática. La refundación debe buscarse en el lugar donde se originó la crisis. En el libro, las primeras palabras de Job ante la evidencia de la desgracia (3,1 y siguientes) son una invocación, la expresión de un deseo dramático, una petición de poder volver a la tierra, a la oscuridad, al caos. Ahora que la crisis individual está por concluir y cuando está por iniciarse la búsqueda de una nueva fundación, toda la historia debe volver a proyectarse sobre la pantalla del cosmos. En la base de este desplazamiento hay una necesidad lógica que la poesía transmite libremente.
Sigamos el recorrido que nos conduce hasta aquí. Capítulo 29: se presentan el pasado, el recuerdo de los días dichosos en sus diferentes aspectos y las virtudes morales, la justicia, la generosidad y la felicidad. El relato es lineal; el optimismo, fresco como una naturaleza potente y venturosa. Esta linealidad del relato se prolonga en la esperanza. Como lo narra Job:
[...]
La proyección individuo-cosmos es positiva y feliz. Pero nos hallamos ya ante la crisis: la proyección individuo-cosmos se desmitifica. La tranquilidad de la relación y su linealidad, la productividad mesurada de la felicidad y de la riqueza se desvanecen. La naturaleza se transforma en una madrastra asesina. El día y la noche y todas las figuras de la naturaleza persiguen atrozmente a Job. La naturaleza está animada por la violencia. El capítulo 30 lleva al desdichado Job a medirse con el mal cósmico. Una crisis quiebra -y siempre será así- la feliz continuidad del proceso lineal de la virtud. Irrupción de la crisis en la vida moral, deyección moral en el marco cósmico. "



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