Pierre o las ambigüedades (fragmento) "Resultaba más que probable que la majestuosa superficie pétrea no hubiese constituido sólo un milagro para los rudos moradores de la zona, sino también motivo de pánico. En algunas ocasiones, cuando se hallaba sumido en un místico talante al contemplar su pesada inescrutabilidad, Pierre la había llamado la Roca del Terror. Pocos eran los que se habrían dejado embaucar para trepar por ella hasta alcanzar su vertiginosa cima y reptar por su extremo más flotante. Parecía como si la mera caída de una semilla desde el pico de la más diminuta ave hubiera de derribar y volcar la inmensa masa, precipitándola contra los árboles adyacentes. Para Pierre el hecho de encaramarse al peñasco constituía algo familiar; a menudo había escalado sus caras laterales colocando largos postes y buscando apoyo en los escalones naturales que se forman en el declive a causa de la corrosión; o bien subiendo a las hayas circundantes y dejándose caer desde las elásticas ramas sobre la cumbre, similar a una frente humana. Pero nunca había hecho acopio del suficiente valor —quizá convendría decir: nunca había sido tan inconsciente— como para introducirse gateando bajo el espacio vacío que quedaba entre la tierra y el lado más distante del suelo. Aquella hazaña se veía amenazada por la posibilidad de que la Roca del Terror le cayese encima. " epdlp.com |