Blonde (fragmento)Joyce Carol Oates
Blonde (fragmento)

"El público de quince mil demócratas ricos expresó a gritos su aprobación. Salvo que fuera un benevolente desprecio. ¡Mari-lyn! ¡Mari-lyn! Esta mujer increíble fue el gran final de la fiesta de cumpleaños, y mereció la pena esperar. Hasta el Presidente, que había dado cabezadas durante algunos de los saludos, como los gospels cantados con emoción y a capella por un coro negro de Alabama, le prestó toda su atención. En el palco presidencial estaba el juvenil Presidente con corbata negra, arrellanado en un sillón con los pies en alto, sobre la barandilla, con un puro (cubano, de la mejor marca) entre los dientes. Y qué dientes tan grandes y blancos. Miraba hacia abajo, a marilyn, ese espectáculo de cuerpo mamífero y reluciente vestido “transparente”. ¿Habría tenido Marilyn tiempo para preguntarse si el Presidente viajaría a Los Angeles para ayudarla a celebrar su cumpleaños el primero de junio?, una celebración seguramente íntima; no, no era probable que hubiese tenido tiempo de preguntárselo, porque estaba de pie ante el micrófono, atontada y con una sonrisa ausente, lamiéndose los labios pintados de rojo como en un desesperado intento de recordar dónde estaba y qué era aquello, con los ojos vidriosos, tambaleándose sobre sus tacones de aguja, comenzando por fin a cantar, después de una pausa turbadoramente larga con la voz débil, cálida y sensualmente ronca de marilyn:
Hap py birth day to you
Happy birth dayyy to you
H-Hap py birth day mis ter
pres i dent
Hap py birth day to you"



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