El pan (fragmento) "Se sintió el hombre solo, abandonado, desnudo, caído en la pobreza del desierto, defendiendo parcelas de sombras y raíces. Alzaba su estatura entre surcos y lobos. Taladraron sus ojos las nubes, avizorando noches y tormentas. Se maduró su corazón de mora, y pedía un bocado a la tierra, a los campos, a las riberas húmedas y heridas. Trituró rocas, desbrozó laderas, desaguó valles, y las navas de umbrías levantó con su arado. Los granos caerían sobre la tierra niña; se apretarían los surcos calientes de sudores, de sueños y de plumas. Vendrían las tronadas, las ventiscas, los sudarios del hielo; vendrían los lamentos, las oraciones de humildad, la orfandad de las noches, las velas encendidas a los muertos. Y vendrían los llantos, y el pago de los diezmos y las primicias, y las ofrendas. Pero ya estaba allí. Era la espiga, la espiga en vertical viento de luz. Ya todo se cubría con el tul encendido de la llama y la brisa. Todo en un mar de oro, todo un monte de ascuas, todo una cordillera encendida y amada. " epdlp.com |