Doña María la brava (fragmento) "Príncipe. ¿Por qué, ya que había de amarla de este modo funesto y contra ley. Vivero, no he nacido también, como Alonso, hijo de ella? ¡Hijo suyo!... Hoy, haciendo duelo conmigo de la muerte del hermano, tendrían sus caricias el agrio poder de las cosas exclusivas; me abrazaría, al modo singular que yo ansío, . mezclando en sus caricias, al dulzor de los besos, el acre de las lágrimas!... Por un gesto de repugnancia que sorprende en Vivero ¡No! No vuelvas el rostro reprobando. Vivero... ¡ Asesino ! Te acuso delante de la Corte, y los sangrientos miembros de tu cuerpo villano mañana cuelgan de la torre del Alcázar. ¡Eres mío! No intentes contradecirme; ¡aprueba! Monstruo o dios, yo no soy como los otros hombres: en amores, en ansias, en deseos, en obras» soy singular y rompo la ley; ¡que me marcaron los astros, en la cama y en el alma! Vivero. ¡Señor: hasta el crimen soy vuestro! Si os he enojado, dadme, matándome, castigo. " epdlp.com |