El cantor vagabundo (fragmento)Pío Baroja
El cantor vagabundo (fragmento)

"Aquella carta produjo una curiosidad terrible. Las sobrinas de la interesada, las criadas de la casa, las amigas, no pensaban más que en esto, en el galán misterioso y en descubrir su personalidad.
Le comisionaron a Carvajal para que lo averiguara.
Una de las veces, Luis fue a espiar a la solterona en una de sus salidas, la cual no hizo más que estar en casa de una amiga de visita e ir a varias tiendas.
Luisito vio la letra de las cartas que enviaba María Victoria y la letra de las que recibía, y se convenció de que las escribía ella misma. El inglés de la tertulia, a quien contó la cosa en confianza, le dijo: «Es como Toots, el joven de la novela Dombey e hijo, de Dickens, que se escribía a sí mismo».
Luis le envió una carta a su tía, diciéndole que sus sobrinas la espiaban, que podían averiguar su broma y que la suspendiera por algún tiempo.
En otro de los veraneos suyos, en vez de ir al pueblo del Atlántico, fue a uno del interior. Al principio le pareció la estancia en el pueblo muy agradable, pero después se aburrió también allí, como le ocurría en todas partes. Su entusiasmo inicial le hizo pensar en adquirir una casa grande y abandonada, de piedra sillería. Influyó en él para ese deseo tan extemporáneo el saber que antiguamente había sido de un Carvajal. "



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