De Aeolusharp (fragmento)Simon Vestdijk
De Aeolusharp (fragmento)

"Mientras la multitud trataba de guarecerse de la cruel helada, la cándida persona de Ina Damman no era ninguna excepción a aquella oscilación general, y podía vislumbrar la huella que sus dedos dejaran en los canalones de las ventanas, cual si fuera el testimonio de un gélido y níveo sello, hasta que transcurrido el lapso de apenas cinco minutos la crudeza de aquel abominable tiempo traicionara la inocencia de unos helechos cercanos, que semejaban haber sido adornados con el boato de unas férreas plumas y sus introspectivas meditaciones versaban acerca de la hora en que podría venir a disfrutar del patinaje, toda vez que la roja insignia fuera expuesta en la esquina de la calle de la escuela. Asintió y sonrió con indulgencia e incluso dio un paso excluyente hacia un lado, sintiéndose verdaderamente alborozada. ¡Todos los estímulos hacían presagiar que principiaba una nueva salvación! Succionaba profundamente aquel gélido aire que lo envolvía todo, se deleitaba oliendo todos los odores que le eran ofrecidos, clarificando adecuadamente su condición a cada instante. Se entusiasmaba con el olor a humo de leña trasladado por ese heraldo que llamamos viento o bien, curiosa, trataba de diferenciar esos extraños olores aparentemente inodoros propios del individuo que padece un indeseable resfriado. "


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