Americanah (fragmento)Chimamanda Ngozi Adichie
Americanah (fragmento)

"Queridos negros no estadounidenses, cuando tomáis la decisión de venir a Estados Unidos, os convertís en negros. Basta ya de discusiones. Basta ya de decir soy jamaicano o soy ghanés. A Estados Unidos le es indiferente. ¿Qué más da si no erais «negros» en vuestro país? Ahora estáis en Estados Unidos. Tendremos nuestros momentos de iniciación en la Sociedad de los Antiguos Esclavos Negros. El mío tuvo lugar en la universidad cuando, en una clase, me pidieron que ofreciera la perspectiva negra, solo que yo no entendía ni remotamente a qué se referían. Así que me inventé algo, sin más. Y admitidlo: decís «No soy negro» solo porque sabéis que el negro es el último peldaño de la escala racial estadounidense. Y eso no lo queréis. Ahora no lo neguéis. ¿Y si ser negro implicara todos los privilegios de ser blanco? ¿Diríais entonces «No me llaméis negro, soy de Trinidad»? Lo dudo mucho. Así que sois negros, muchachos. Y he aquí lo que pasa cuando os volvéis negros: tenéis que mostraros ofendidos si alguien, en broma, utiliza palabras como «chocolate» o «tiznajo» o «charol», aunque no sepáis de qué demonios está hablando, y como sois negros no estadounidenses, lo más probable es que no lo sepáis. (En la universidad una compañera de clase blanca me pregunta si me gusta el chocolate; yo digo que sí, y otra compañera dice: Dios mío, qué racista, y yo me quedo desconcertada. «Espera, ¿cómo dices?») Debéis devolver el gesto de saludo cuando otra persona negra se cruza con vosotros en una zona muy poblada de blancos. A eso se llama «saludo negro». Entre los negros es una manera de decir: «No estás solo, yo también estoy aquí». Al describir a las mujeres negras que admiráis, siempre debéis usar la palabra FUERTE porque eso es lo que supuestamente son las mujeres negras en Estados Unidos. Si sois mujeres, por favor, no expreséis vuestra opinión como estáis acostumbradas a hacer en vuestro país. Porque en Estados Unidos las mujeres negras de opiniones muy firmes dan MIEDO. Y si sois hombres, tenéis que mostraros hipersosegados, sin exaltaros nunca más de la cuenta, o alguien temerá que estéis a punto de sacar un arma. Cuando veis la televisión y oís la expresión «comentario racista», debéis ofenderos de inmediato. Aunque penséis «Pero ¿por qué no me cuentan cuáles fueron las palabras exactas?». Por más que prefirierais poder decidir por vosotros mismos en qué medida os ofendíais, o si os ofendíais, debéis ofenderos mucho igualmente.
Cuando se denuncia un delito, rezad para que no lo haya cometido un negro, y si resulta que lo ha cometido un negro, manteneos alejados de la zona del delito durante semanas, o quizá os detengan por coincidir con la descripción del perfil. Si una cajera negra atiende mal a la persona no negra que está en la cola delante de vosotros, elogiad los zapatos o lo que sea de esa persona para compensarla por el mal servicio recibido, porque sois igual de culpables de los delitos de la cajera. Si estudiáis en una universidad de élite y un joven republicano os dice que habéis accedido solo gracias a la Discriminación Positiva, no exhibáis vuestras excelentes calificaciones del instituto. En lugar de eso, señalad sutilmente que quienes más se benefician de la Discriminación Positiva son las mujeres blancas. Si vais a comer a un restaurante, tened la bondad de dejar una propina generosa. De lo contrario la siguiente persona negra que entre recibirá un servicio pésimo, porque los camareros se lamentan cuando les toca una mesa de negros. Ya veis, las personas negras tienen un gen que las lleva a no dejar propina, así que por favor, imponeos a ese gen. Si contáis a una persona no negra algún suceso racista que os ha ocurrido, aseguraos de que no lo hacéis con resquemor. No os quejéis. Sed tolerantes. Si es posible, presentadlo con humor. Sobre todo, no os indignéis. En principio las personas negras no deben indignarse por el racismo. De lo contrario, no obtendréis solidaridad. "



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