Diario de 1926 (fragmento)Robert Walser
Diario de 1926 (fragmento)

"¿Puedo esperar haber satisfecho al lector amable y de paciencia infinita con esta sincera explicación? Añado que considero inoportuna la teoría en aquellos casos en los que se nos escapa, de manera similar a lo que le ocurre a un colegial que hace «novillos»: no puede, la teoría, huir sin más, con lo que quiero decir que no puede dárselas de lo que no es y debe actuar en consecuencia, y que tendrá derecho a existir en la medida en que sea honrada y obediente. Sin la más mínima intención de fingir o de dar a entender algo que no es, como sería el caso, por ejemplo, si diera forma al héroe de esta historia, es decir, a mí mismo, más que a la persona que yo creo ser, es posible que aquí y allá, realice por mor de la legibilidad y del buen gusto, y lo digo con total franqueza, alguna que otra modificación relativa al tiempo y al espacio, lo cual no me parece que entre en contradicción con la teoría de la realidad. Volveré a empezar antes que nada por pasearme vigorosa y enérgicamente por el corazón mismo o lo más sagrado que haya en el templo de la teoría, para presentar en general la idea, sin duda razonable, de que conocer a las mujeres es útil y bonito, y de que no menos útil y acaso más bonito resulta, en virtud de una mayor intimidad con su género, servirles y prestarles ayuda, esforzándose tal vez no tanto por instilar en sus almas sensibles qué es lo que son, como por tratarlas dándoles a entender qué serían capaces de hacer de sí mismas en tal o cual situación. Qué duda cabe de que ello implica el sacrificio de tener que repartir enseñanzas; y eso ya vale no solamente para las mujeres, sino que concierne a toda la humanidad, por muy grande y prometedora que sea. "


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