Erskine Caldwell A toda máquina rumbo a Smolensko (fragmento) "Subió a un tanque que pasaba dirigiéndose al encuentro de los alemanes. Durante la batalla, una granada antitanque perforó la coraza y mató a todo el personal, pero el director escapó ileso. Él mismo manejó el tanque hasta que se agotaron las municiones y entonces se encontró en lo más trabado de la pelea, entre tanques alemanes y soviéticos que hacían fuego continuamente. Dio vuelta hacia las líneas soviéticas, embistió a un tanque alemán y lo volcó, y prosiguió hasta la retaguardia. Antes de salir del campo de batalla se quedó sin nafta. Pensando en la hora de cerrar su diario, decidió salir y tratar de llegar arrastrándose hasta la «oficina» a tiempo para escribir e imprimir la crónica de la batalla. Sacó una ametralladora del tanque, abrió la escotilla y saltó a tierra. Un tanque alemán viró cuando lo vio saltar y se dirigió a él. Se escondió detrás de su propio tanque, lanzó dos granadas al tanque alemán y se entregó a su suerte. Sus granadas no dieron en el blanco, pero un cañonazo disparado desde un tanque soviético hizo saltar la escotilla e invalidó al vehículo alemán. El director se deslizó entonces a lo largo de una zanja, arrastrando su ametralladora, y ya llegaba a la protección de un camino de árboles cuando fue descubierto por un avión alemán que volaba a baja altura. Al pasar, el avión lo ametralló, pero cuando volvió, el director ya había instalado su ametralladora. Derribó al aeroplano y corrió por la arboleda hasta su oficina. Escribió la crónica, ayudó al impresor y pudieron distribuir los ejemplares con sólo una hora y media de retraso. Constantin Simonov, mayor de la reserva en el Ejército Rojo, refirió lo que él llamaba un ataque psicológico de los alemanes cerca de Smolensko. Dijo que en lugar de extender su infantería en línea delgada para avanzar, los alemanes atacaron en formación cerrada, para dar la ilusión de que eran un destacamento pequeño. " El Poder de la Palabra epdlp.com