Tiempo Viejo: Recuerdos de mi juventud (fragmento)Ramón Salazar
Tiempo Viejo: Recuerdos de mi juventud (fragmento)

"Francisco Sáenz Zeceña, fue un compañero mío de colegio, y en mi juventud, uno de mis más íntimos amigos.
Era un gran pianista y poseía un talento musical que rayaba en genio. Era un neurótico, y ha sido el carácter más desequilibrado que haya conocido.
Hablaba con facilidad prodigiosa con un estilo exuberante en símiles é imágenes. Tenía siendo joven, el alma sublevada contra la sociedad, por exceso de romanticismo. Por espacio de seis meses estuvo decidido á hacerse fraile, no por devoción, sino para ocultar en la celda solitaria y bajo la capucha, la desesperación de su alma.
La mayor parte de las tardes de verano, nos íbamos á pie hasta el llano de los Arcos, hoy Parque de la Reforma, fugados del colegio, y allá, solos con la naturaleza, contemplando las siluetas de los volcanes, y los esplendorosos celajes del ocaso, nos poníamos á soñar, y á improvisar estrofas triunfales: é hincados, como los Incas ante el padre Sol que se iba, lo despedíamos con salvas de amor y admiración.
Sentíamos que el alma nuestra se nos salía del cuerpo, para irse á confundir en el alma universal, y caíamos en éxtasis y deliquios de los que sólo nos sacaba la oscuridad de la noche y el beso de luz de las estrellas que comenzaban á titilar.
Ese ejercicio nos desequilibra. En mi juventud sufrí crisis de alucinado, de las que el tiempo me fue curando poco á poco.
Mi amigo no tuvo esa fortuna, y murió del mal de Werther y de René. "



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