Cartas familiares (fragmento)José de Viera y Clavijo
Cartas familiares (fragmento)

"He estado en las admirables excavaciones del Herculano, en la resucitada ciudad de Pompei, en el singular Museo de Pórtici, en la famosa Grota dil Cane, en el lago averno, en la gruta de la Sibila, en la Solfatara, en el Vesubio. He visto las estatuas antiguas del primer orden tanto en Roma como en Florencia: la Basílica de San Pedro iluminada, la cabalgata de la hacanea, la girandola del castillo de San Angelo, la casa de Loreto; la rotunda, la misa Pontifical del Papa, el carnaval de Venecia, la torre inclinada de Pisa, la procesión del Corpus con el Senado y Dux de Génova, la galería del gran duque de Toscana, el instituto de Bolonia, el Domo de Milán, el sepulcro de San Antonio de Padua, el entierro de la emperatriz Reina de Hungría, el canal de Brenta, los cuerpos de los reyes magos y de las 11 vírgenes en Colonia: el Bucentoro y el arsenal de Venecia: el lavatorio de 12 pobres por el emperador; el Danubio helado: Hesíodo visitado por la mayor parte de los generales de las órdenes religiosas y de los primeros sujetos personalmente o por billete. He tratado los sabios y literatos de más reputación, los músicos y los instrumentistas de más celebridad. He observado los trajes, las costumbres, los usos, y lenguas de diversos países. ¡Cuántas academias, cuántos conciertos de instrumentos y voces! ¡Cuántas óperas, tragedias, conversaciones, cenas, juego de artificio, paseos, ferias, titiriteros, charlatanes, iluminaciones! ¡Cuántas iglesias, santuarios, monasterios, iglesias de griegos, armenios, protestantes Judíos! ¡Cuánta tropa militar, arsenales, casernas, plazas fuertes, fortificaciones, fábricas de armas y fundiciones, puertos, muelles, linternas, minas, puentes! ¡Cuántas obispos, cabildos, abades, frailes, monjas, reliquias, panteones! ¡Cuántas imprentas, librerías, estamperías, droguerías, boticas, aduanas, monedas! Pero en medio de todo esto que ha pasado como un sueño agradable me faltaba la correspondencia de V. y las noticias de la patria, que V. me sabía hacer tan interesantes. Descansado ya en Madrid espero su continuación mientras perfecciono el tomo 4.º de nuestra historia que deseo publicar luego, y después pensar restituirme a Canarias para pasar entre los amigos la vejez. "


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