El mito del café Gelo (fragmento) "La clientela del Café Gelo, en los años 50-60, no tenían una homogeneidad de edades, coexistían tipos de 8 a 80 años, de José Carlos González, ladrón infantil, a Raúl Leal, de Orpheu, en caquexia total. Escasa identidad ideológica, de fascistas como Goulart Nogueira a anarquistas como Forte, Henrique Tavares o Saldanha da Gama. Prostitutas, borrachos y maricas. Maníacos como Antonio Gancho. No hay programación estética. Dalí no dejó la Revista, nos adoctrina, nos enseña qué aprovechar. ¿Entonces? Hubo, en cambio, un espacio de convivencia de plena libertad, la crítica feroz y mutua, sin contemplación por hacer carrera, de vida práctica, sin pensar en las etiquetas sociales, aunque los de más calificada posición social eran evidentes. Y hubo suicidios, amores errados, gente perdida para siempre, muchos, muchos poemas, y libros estrella. Todo un tanto desorganizado y molesto. Y yo cacareando, inocuo; estaría allí en medio del ambiente, comunicando poesía, Herberto perdóname por robar tu apodo. Y era lo que nos atraía, siempre. Y será su mejor referencia, la sustancia de la leyenda. " epdlp.com |