Liberación (fragmento)James Dickey
Liberación (fragmento)

"Trasladé el material de cama, la cerveza, el primus y más utensilios de cocina a la otra canoa. Lewis estaba ya en el agua, desnudo, haciendo gran exhibición en ella y pareciendo un Johnny Weismuller en las viejas películas de Tarzán. Nadaba tan bien como hacía todo lo demás, y dominaba con facilidad a la corriente. Luego regresó y le brillaban los ojos al nivel del agua, por el esfuerzo realizado. Me quité el mono y me lancé, lo mismo que hizo Drew.
El río resultaba frío; me dio la impresión de llevar nieve y hielo recién derretidos. Pero estaba maravillosamente claro y vivo, y se rompía como cristal en torno a uno. Nadé un poco a favor de la corriente y con gusto habría renunciado a cualquier esfuerzo —ya estaba harto de esfuerzos, sobre todo de los míos— y dejado arrastrar muerto o vivo adonde buenamente me llevase el agua. Pero volví nadando contra la insistencia de la corriente y me puse junto a Lewis, al que le llegaba el agua hasta la cintura y le golpeaba la barriga. Le miré, pues nunca le había visto sin ropa.
Cuanto había hecho él por cuidarse en tantos años salía a relucir mientras se hallaba allí, en el agua. Me lo decían sus ojos, además de lo que estaba viendo en su exhibición. Nunca en mi vida vi un cuerpo masculino como aquél, ni siquiera en las fotos de levantadores de pesos que vienen en las revistas. La mayoría de esos tipos suelen ser bajitos y Lewis medía de sobra seis pies. Diría yo que pesaba unas 190 libras. Los músculos le envolvían suavemente y, cuando se movía, las venas formaban un notable relieve. Era su cuerpo como un conjunto de trozos de carne rojizos oscuros ligados por alambres azules y pensé en cuántos ejercicios habría tenido que hacer aquel hombre, y a cuánta dieta adecuada habría debido de someterse, para conseguir aquel aspecto. "



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