El hombre (fragmento)Ernest Hello
El hombre (fragmento)

"El hombre superior eleva la frente para admirar y para adorar; el hombre mediocre eleva la frente para burlarse; le parece ridículo todo lo que está por encima de él, y lo infinito le parece vacío.
El hombre mediocre es mucho peor de lo que él cree y de lo que los demás creen, porque su frialdad encubre su malignidad. Comete infamias pequeñas que, de puro pequeñas, parecen no ser infamias. Pica con alfileres y se regocija cuando ve manar sangre, mientras que aún al asesino le da miedo la sangre que vierte. El hombre mediocre nunca tiene miedo. Se siente apoyado en la multitud de aquellos que se le parecen.
El hombre superior, incesantemente atormentado, desgarrado por la oposición entre lo ideal y lo real, siente mejor que nadie la grandeza y la miseria humana. Siéntese llamado con más fuerza hacia el fin ideal, que es nuestro fin, el fin de todos, y, sin embargo, más mortalmente dañado por la antigua caducidad de nuestra pobre naturaleza. Nos comunica estos dos sentimientos que él experimenta, encendiendo en nosotros el amor del Ser y despertando incesantemente la conciencia de nuestra nada.
El hombre mediocre no siente la grandeza, ni la miseria, ni el Ser, ni la nada. Es que no se arroba ni se precipita (por lo inmenso).
El rasgo característico, absolutamente característico del hombre mediocre, es su deferencia por la opinión pública. No afirma jamás, siempre repite. Sus admiraciones son prudentes, sus entusiasmos son oficiales. Admite algunas veces un principio, pero si tú llegas a las consecuencias de ese principio te dirá que exageras. Si la palabra exageración no existiera, el mediocre la inventaría.
El mediocre sólo tiene una pasión: el odio a lo bello. Quizás repita con frecuencia una verdad trivial en tono asimismo trivial. Expresa tú la misma verdad con esplendor y te maldecirá pues habrá encontrado lo bello, que es su personal enemigo.
Al mediocre, toda afirmación categórica le parece insolente, pues excluye la propuesta con­traria. Pero si alguien es un poco amigo y un poco enemigo de todas las cosas, lo considerará sabio y reser­vado, le admirará la delicadeza de pen­samiento, le elogiará el talento de las transacciones y de los matices. "



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