Julián (fragmento)José Gil Fortoul
Julián (fragmento)

"La felicidad cegó a ambos hasta el punto de no temer las mayores imprudencias. Como era natural, Castaños se enteró de todo, y la bomba reventó. ¡Escándalo mayúsculo! Duelo a la espada, del cual el marido salió con una estocada en el pecho; separación ruidosa; lágrimas y vergüenza en casa de los nobles marqueses de Z, que no han vuelto a recibir a nadie. Los nuevos enamorados agregaron al anterior otro escándalo, marchándose juntos a París, donde se les vio vivir la vida alegre hasta el año pasado, que murió la hermosa Rosalía y el duque regresó tranquilamente a su hotel de la Castellana.
[...]
Los últimos que frecuentaron el hotel decían que don Ángel estaba cada vez más rendido a los pies de su querida; y que ésta no vivía más que para él.
Una transformación completa. La bestia había echado alas, y ascendido desde el lecho donde se vende el calor de la carne hasta el lecho del amor casto. La concubina se convirtió en esposa; o poco menos, en prometida, pues Castaños parece que no esperaba sino la muerte de Rosalía. El último año han vivido en Londres, como dos casados, una vida tranquila, ordenada, la vida del mejor mundo. Yo les he visto hace un mes en Biarritz. ¡Diablo!, y está verdaderamente guapa esa chica de las nueces. Pero con aire de gran dama: una duquesa, una ma...tro...na. "



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