533 días (fragmento)Cees Nooteboom
533 días (fragmento)

"Mi amiga es una gran aficionada a la literatura rusa y siente predilección por Pushkin. Más adelante comprendí qué era lo que tanto le gustaba en la obra de Bánffy y por qué pensó que me resultaría interesante. Y no le faltaba la razón. También a mí me sigue atrayendo aquello que la literatura cedió primero al modernismo y más tarde a la imaginería. En los años treinta aún era posible escribir así. Media vida después de la publicación de esta obra, Péter Esterházy, un escritor húngaro mucho más moderno, elogió la ironía y la inteligencia de Bánffy, así como su capacidad para reflejar a lo grande la imagen de una época y de una clase social que había llegado a su fin y que él mismo retrataría de manera muy distinta. Patrick Leigh Fermor, que sesenta años después escribiría el prólogo a la edición inglesa de The Transylvanian Trilogy, conoció ese mundo durante su icónico viaje a pie por la Europa de Entreguerras —recuerdo unas fotografías de condes y barones húngaros en uniforme con aspecto de aves en extinción—. Sin embargo, otros amigos húngaros a los que pregunté no conocían la obra de Bánffy. La edición original, cuyo título en húngaro era Megszámláltattál, ya salió a la luz en 1934. Durante el periodo comunista, la obra del enemigo de clase fue prohibida. A Bánffy le expropiaron las tierras y le destruyeron el castillo. Se quedó solo en Rumanía y regresó a Budapest, mucho tiempo después, para morir. Ignoro si el elogio que le hace Esterházy tiene que ver con el hecho de que él mismo también desciende de una familia muy antigua y mucho más poderosa. No se lo he preguntado nunca. En los Países Bajos solo ha salido la primera parte de la obra de Bánffy, publicada por la editorial Atlas, lo cual es triste, naturalmente —no se deja a dos trillizos en el interior de la madre—. En la traducción neerlandesa, la primera parte se titula Geteld, geteld (en castellano: Los días contados), un título que tiene que ver con el admonitorio mené tekel bíblico, el mensaje que advierte de la desgracia inminente. La edición inglesa que yo leí compara la novela de Bánffy con El gatopardo de Lampedusa, otra gran historia romántica ambientada en un mundo feudal condenado a la desaparición. La trilogía de Bánffy es una historia de amor propia del siglo XIX. El personaje principal es un hombre idealista, tal como conocemos de obras como El jardín de los cerezos y Las tres hermanas. En este caso el antagonista es un primo que avanza de forma trágica hacia su perdición como alcohólico y acaba malvendiendo y perdiendo en el juego sus propiedades. Para el lector de hoy, la novela, que es como una película, ofrece más que nada una imagen fascinante y a la vez melancólica de un grupo de gente concentrada en sí misma, con sus intrigas y cotilleos, bailes de disfraces y cacerías, un esplendor que ya alberga en su interior la inevitable perdición. Miklós Bánffy, además de todo lo que hizo —administrar sus fincas en Transilvania, darle una oportunidad a la obra de Béla Bartók cuando fue director del Teatro Nacional de Budapest y negociar, como ministro de Asuntos Exteriores, el ingreso de Hungría en la Sociedad de Naciones—, escribió una obra en la que dejó grabada de forma inolvidable la trágica historia de su país, una obra que ha permanecido demasiado tiempo oculta para el resto de Europa. "


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