Estación, de Las inminencias "¡Tantas cosas perdidas, cromos, cómics, cajitas, estampas, divinidades, tantas y tantas estrellas sin nombre ni posición, y tantos pensamientos, allá arriba! El uno, el garantizado, se me desmenuza en los dedos; como una orden militar, admito que la vida es tener que respirar. Ahora no, ahora reposo en la serenidad de la familia muerta. En la serenidad, quizás también de los colores fugitivos, la tarde rojiza, !oh viento perforado!, pájaros, grumos palpitantes que seguramente regresan de las cámaras vacías y cerradas, huevos sorbidos; en una curva viscosa estaba el lecho que ocupaba el viajero. Alzar los ojos, ver el cielo es perderse por dentro. Siento el silbido de partida, olor de humo. Estación e infancia forman el ángulo de la perfección, de la desolación: Dios no existe, sólo las migajas. " epdlp.com |