El romance de dos mundos (fragmento)Marie Corelli
El romance de dos mundos (fragmento)

"Quedé despierta un buen rato tratando de seguir la huella de mis pensamientos respecto a mi conversación con Sara. Con la electricidad que Heliobas practicaba, una vez que se admitía que la electricidad humana existía y era un hecho, que no podía ser negado por ningún ser pensante, todo parecía posible. Hasta el conocimiento de acontecimientos sobrehumanos podía ser alcanzado si es que hay algo en el universo que sea sobrehumano, y que en la realidad sería de ignorantes y de vanidosos creer en tal posibilidad. En un tiempo la gente se burlaba de la idea de que en un momento
pudiera mandarse un mensaje de un lado del Atlántico al otro, por medio de un cable posado en el fondo del mar; hoy día esto es un hecho consumado; el mundo se ha acostumbrado a ello y no lo ve ya como una maravilla.
Aceptando la existencia de la electricidad humana, ¿por qué no puede establecerse una comunicación, como una especie de cable espiritual entre el hombre y los seres de otras esferas y de otros sistemas solares?. Más reflexionaba en la materia y más me perdía en divagaciones sobre el otro mundo, al cual pronto sería elevada. Entonces, como en un ensueño, creí ver una interminable y brillante cadena de vívida luz, compuesta de círculos que se encadenaban unos a otros; que parecían dar vueltas en las profundidades del espacio y sujetar el sol, la luna y las estrellas como flores en una cinta de fuego.
Después de una ansiosa y humilde búsqueda, me encontré siendo uno de los más pequeños eslabones de esa gran cadena.
No sé si me sentí asustada o agradecida, por mi descubrimiento, porque el sueño puso un término a esas fantasías indecisas y una cortina oscura se corrió sobre ese soñar despierta. "



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