Historia de una ballena blanca (fragmento)Luis Sepúlveda
Historia de una ballena blanca (fragmento)

"Cuando una ballena muere, sentimos tristeza y acompañamos su cuerpo hasta que se hunde. Cuando un lafkenche muere, también sienten congoja, tristeza, y esperan a la noche para llevarlo hasta la orilla del mar, pues saben que una de las cuatro ballenas viejas, una trempulkawe, lo conducirá hasta la isla. Ahí, tal como hace el cangrejo al cambiar de caparazón, el muerto se despojará de su cuerpo, será liviano como el aire y esperará junto a los de su estirpe que lo han precedido en la muerte.
A esa isla la llaman también ngill chenmaywe, lugar de reunión antes de empezar el gran viaje.
Algún día ha de morir el último lafkenche, y como estará solo, lo hará en el sitio preciso en que la ola más débil toca la playa. Será de noche para facilitar el último viaje de las cuatro ballenas viejas, de las trempulkawe transportándolo hasta la isla. Finalmente se habrán reunido todos los de su estirpe y, livianos como la brisa, se acomodarán en los lomos de las cuatro ballenas viejas y empezarán la travesía. Todas las ballenas y todos los delfines las acompañaremos, alejaremos cualquier amenaza, tendrán la escolta más poderosa.
Tu misión, joven cachalote de color luna, será vivir en las aguas entre la isla Mocha y la tierra firme, cuidarás de las cuatro ballenas viejas, y mientras tanto esperaremos en la vastedad del océano para el viaje final.
Eso fue lo que dispuso el cachalote anciano, y enseguida se sumergió azotando el agua con la aleta caudal.
Yo, el cachalote de color luna, llené de aire mis pulmones y me dirigí hacia la isla. "



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