Los ojos del lobo (fragmento)Care Santos
Los ojos del lobo (fragmento)

"Cuántos litros de agua habrá bebido Dani en un solo día. En este momento, mientras el responsable de los equipos de búsqueda hace balance de la jornada, él vuelve a estar agarrado a su botella de litro y medio, refrescándose como si acabara de regresar de una travesía por el desierto.
No se sentiría menos descorazonado si fuera así. Ahora que oscurece y Laura no ha aparecido, Dani reconoce que en un principio fue mucho más optimista de lo que, acaso, las circunstancias permitían. Pensó que todo era cuestión de esforzarse, de buscar hasta en los rincones más insólitos, para que Laura apareciera. Por un momento hasta llegó a creer que no la habían secuestrado; que simplemente se había retrasado, o se había quedado dormida, o se estaba escondiendo para gastarles una broma. Sin embargo, ahora que en los informativos solo se habla de Laura, que se compara su desaparición con la de otros casos macabros ocurridos en los alrededores y que las autoridades preparan psicológicamente a los voluntarios por si alguno de ellos tiene la mala fortuna de toparse con el cuerpo, Dani empieza a dejarse arrastrar por las teorías de los más pesimistas. Se culpa por ser tan ingenuo. Piensa que los más pesimistas tienen razón, que Laura no se ha perdido, no está gastando una broma, no se ha quedado dormida. Piensa que nunca volverá a verla viva.
[...]
El baño es un retrete encerrado entre cuatro paredes de plástico. Uno de esos que se instalan a la salida de los conciertos de rock. Dentro de ese cubículo hace un calor espantoso, pero a Dani le da igual, porque él no busca aliviar ninguna necesidad fisiológica, sino esconderse de las miradas de todos. Aquí encerrado, deja salir su rabia y su estado de ánimo y llora. Llora como un bebé, de ese modo en que ya no permitiría que le viera ni su propia madre. Aunque sería más correcto decir: berrea. Y si no golpea las paredes con los puños no es por falta de ganas, sino por miedo a llamar la atención. Mientras lo hace solo piensa en Laura. En Laura muerta —maldito sea quien lo hizo—, muerta, muerta, muerta. "



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