Niebla roja (fragmento)Patricia Cornwell
Niebla roja (fragmento)

"Me siento débil por dentro cuando recuerdo la acusación de Marino de que mi marido sabe que estoy siendo investigada. Cómo puede vivir en la misma casa conmigo y saber una cosa así y por qué me dejó salir sola aquella noche, como si yo no le importase. Como si no significase nada para él. Como si no me amase. Marino y sus celos, me recuerdo a mí misma.
—Ya hablaremos a mi llegada —dice Benton—. Pero si no sabías que su defensa te culpará de todo, entonces tú eres la única persona que no lo sabía. Lucy va hacia el helicóptero así que tengo que irme. Te llamaré cuando volvamos a aterrizar.
Me dice que me quiere y corto. El calor es una pared ondulante que se eleva del asfalto mientras los aspersores lanzan el agua como olas que se estrellan en el follaje. Camino hasta la entrada del edificio del laboratorio, y entro en el vestíbulo de sillas y sofás de tela azul, un espacio con una alfombra con un diseño Serapi persa en beige y rosa, tiestos con palmeras y láminas de alerces rojos y jardines en las paredes blancas. Una mujer mayor está sentada sola en un rincón, y mira a la distancia a través de una ventana en este lugar arreglado con mucho gusto donde nadie quiere estar, y llamo a Jaime Berger.
Al diablo con los teléfonos públicos y con pretender que no hemos hablado. Me importa un comino quién esté escuchando, y de todos modos no me la creo. Suena su móvil y salta el buzón de voz.
Dejo un mensaje: «Jaime, soy Kay. Se ha producido algo en el norte que sospecho que ya conoces». Oigo la acusación en mi tono, como si todo lo que ha sucedido de alguna manera fuera culpa de ella, y quizá lo sea.
Dawn Kincaid está tramando algo, porque sabe lo del ADN, estoy segura de que lo sabe, y Jaime se comporta como una ingenua o se niega a pensar lo contrario. Ya puestos, hay personas que pueden saberlo y causar problemas. Yo no creo que sea el secreto que Jaime cree que es. Ha comenzado algo terriblemente peligroso.
«Llámame enseguida», le digo en un tono que transmite gravedad. «Si no contesto, inténtalo con el despacho de Colin y pide a alguien que me encuentre.»
Colin Dengate tiene el cabello pelirrojo canoso muy corto y un bigote muy recortado que mancha el labio superior como el óxido. Su cuerpo es como una bala sin una gota de grasa y, como muchos de los médicos forenses que conozco, tiene un sentido del humor que raya en la simpleza.
A medida que me lleva hacia las profundidades de su cuartel general, paso junto a un esqueleto vestido de carnaval y por debajo de móviles de huesos, murciélagos, arañas y vampiros que tiemblan y giran lentamente en el aire fresco que sopla desde las rejillas de ventilación. Un tono de música espeluznante y una carcajada de bruja anuncian en el móvil a la esposa de Colin, que no puede encontrar la llave para quitar la cadena de la bicicleta de su hija y él le sugiere que utilice unas tenazas. La pulsación siniestra de un Tricorder de Star Trek cuando caminamos por un pasillo corresponde a un investigador del GBI llamado Sammy Chang, que le hace saber a Colin que se está ocupando de la escena de un accidente de coches mortal en Harry Truman Parkway y el cuerpo está en camino. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com