Salomón, Rey de Reyes (fragmento)Guido Cavalcanti
Salomón, Rey de Reyes (fragmento)

"Después de que David conquistara Jerusalén, el rey estudió en qué lugar edificar el Templo y, finalmente, la elección recayó sobre el monte Moriah, pues la tradición afirmaba que era sobre la cumbre de aquel monte donde Abraham había alzado un altar para sacrificar a su hijo Isaac. No parece, pues, coincidir este lugar con la era de Arauna, donde, según otras tradiciones, David había decidido anteriormente erigir el futuro Templo de Jerusalén.
Si Salomón había consumado un programa político de descentralización administrativa y religiosa, es obvio que la erección del Templo de Jerusalén no iba ser la excepción centralizadora que confirmara la regla. El Templo de Salomón es el principal de Jerusalén, pero coexiste con otros menores en la misma capital de Jerusalén y también con los demás templos que durante su reinado se fueron construyendo en diversas ciudades del reino. Una situación que, partiendo del reinado de Salomón, se mantuvo inalterable hasta que el rey Josiah, en el siglo VII antes de nuestra era, abolió el culto de todos los templos para decretar, a partir de entonces, que el Templo de Jerusalén era el único altar del reino de Judá donde podían celebrarse sacrificios.
La imagen que nos llega del Templo de Salomón sugiere grandeza, suntuosidad. Pero, a juzgar por las descripciones históricas que han llegado hasta nosotros, las características del Templo de Jerusalén, por lo que respecta a la fábrica, eran más bien modestas. La suntuosidad se reservaba al interior y, más especialmente, al Santo de los Santos, el aposento no destinado al culto ordinario sino a la custodia del Arca de la Alianza. Templo de dimensiones sobrias, a juzgar por los datos que ofrece la Biblia, y rodeado, excepto en su fachada principal, por un cinturón de construcciones civiles (yazi’a), que servían de almacenes. Esta anómala utilización profana de un espacio sagrado, se minimizaba gracias al gran patio exterior del Templo, que a su vez estaba rodeado de jardines. La fachada principal del Templo miraba al este, como era costumbre en aquellos tiempos, pues los santuarios se orientaban siempre hacia el nacimiento del sol. "



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