Riansares y el fascista (fragmento)Juan García Hortelano
Riansares y el fascista (fragmento)

"Tardaron mucho en quedarse quietos, aunque tendidos, porque nadie de los suyos se decidió a separarlos, y nosotros, tratándose de una pelea entre dos de una banda ajena, no estaba bien que interviniéramos. Leoncio se levantó con las manos en los riñones y sangre en las narices. Al otro le temblaba la mandíbula inferior. Se limpiaron con los pañuelos y se comprobó que la bombilla de la linterna de Leoncio se había fundido.
El olor aumentó unos metros adelante. Leoncio, Paco, Eugenio y yo, que nos habíamos destacado a explorar, nos paramos. Paco opinó que se trataba de humo de papel quemado.
[...]
Luchamos un poco, me rechazó, me estuve quieto y empezó a contarme las gracias de mi hermana, las gracias de Taño, sus propias gracias, hasta que no sólo comprendió lo que me aburría, sino que ella misma tuvo que aburrirse. Apretó los muslos aparatosamente y rió por lo bajo. La besé con mucha fuerza —y mal, lo reconozco—, de forma que me extrañó que cambiara de postura, para mayor comodidad mientras nos besábamos abrazados. Al rato, me pidió que la tocase. Luego, quiso que le tocase las piernas. Su saliva me dejaba ya un sabor amargo y buenísimo. "



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