Ante el espejo (fragmento)Veniamín Kaverin
Ante el espejo (fragmento)

"Quería acabar octavo en Simbirsk, estaba ya preparada, me faltaba, en sentido literal, ponerme el abrigo y el sombrero cuando, de pronto, recibí un telegrama: no quedaba ni una sola plaza libre. Tuve que quedarme y acabar octavo en Sarápul. ¡Y cómo me aburro aquí! ¡Totalmente sola! ¡No hay nadie en absoluto a quien hablar con el corazón! ¡Cuántas dudas! Resultaba imposible seguir viviendo de esperanzas, del anhelo del futuro. Y entonces me matriculé
en la escuela de dibujo. La matrícula no es cara, pero me he visto en la obligación de tener que buscar alguna clase más.
Trato de ahorrar aunque sea un poco de dinero porque me angustia mucho tener que depender de mis padres y sé que esto será especialmente agobiante en San Petersburgo. Kostia, se queja usted del individualismo de los estudiantes. Pues, en mi opinión, no puede haber unión cuando no existe una gran causa común. Por otra parte, el asunto es que sí la hay, pero todos la comprenden de diferente modo. A mi modo de ver, la comunicación ideal únicamente se puede establecer en momentos críticos. En cambio, en instantes de calma, los estudiantes deben vivir en círculos con sus propios objetivos. La organización de estos círculos, creo yo, depende por entero de nosotros mismos. Yo, por ejemplo, ¡con qué placer constituiría aquí mi propio círculo! Pero, por desgracia, es imposible.
Porque soy una simple alumna de un gimnasio. Y el gimnasio impone un ajustado corsé para el pensamiento independiente. Me agobia de un modo espantoso el gimnasio. ¡En el internado ansiaba, ansiaba el fin! Y ahora tengo que martirizarme un año entero más aquí. "



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