Cara de pan (fragmento)Sara Mesa
Cara de pan (fragmento)

"La niña niega con la cabeza. Ni siquiera sabe cómo es una tórtola normal, piensa, cómo va a diferenciarla entonces de una turca, y piensa también: qué hombre más raro. Lo mira sin levantar del todo la cabeza, de soslayo, pues él sigue de pie y ella sentada. Recorre con la vista, desde abajo hasta arriba, los elegantes zapatos de cordones, el pantalón clarito de vestir, la chaqueta a juego –recia a pesar del calor–, la mochila deportiva que le cuelga de un hombro, tan discordante con el resto del atuendo. Observa las manos regordetas y pecosas, la cabeza pequeña y rubia, las gafitas de alambre y el bigote, el pelo en desorden, medio de loco. Le hace gracia, pero no la suficiente como para bajar la guardia. El viejo sigue hablando. Hay especies exóticas que no se veían antes, explica, especies nuevas que al aclimatarse al nuevo entorno se convierten en un peligro para las autóctonas –pero se traba al decir autóctonas, tiene que repetir la palabra tres veces hasta que la pronuncia con corrección–. A él eso le da igual, continúa, le gustan todas las especies, las de fuera y las de dentro, no le importa de dónde vengan, ¡son verdaderamente extraordinarias! Se queda pensativo unos segundos y es entonces cuando le cambia la expresión de la cara. Los ojos se le redondean y se agrandan –como si comprendiera algo–, le tiembla levemente la mandíbula. Estoy siendo pesado, dice, y pide perdón por segunda vez. No, no, dice la niña por educación, pero él insiste, apesadumbrado: siempre habla demasiado y, si nadie le avisa, sigue y sigue. Necesita que alguien le avise, añade con desconsuelo, ¡él solo no es capaz de darse cuenta! Mira hacia los lados, inclina bruscamente la cabeza y se despide de la niña, que ya no sabe qué decir ni qué hacer. Cuando lo ve darse la vuelta y atravesar el seto con torpeza, siente el alivio de quedarse sola de nuevo, aunque de todos modos, piensa, ese hombre no parecía ser ningún problema, no tiene nada que ver con los que se encontró otras veces, los hombres peligrosos. "


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