El niño que comía lana (fragmento)Cristina Sánchez-Andrade
El niño que comía lana (fragmento)

"Luego llegaba septiembre y los niños volvíamos a la escuela, a los cuadernos, a los lápices y a los libros. A mí me gustaba lo que hacíamos allí, aunque nunca comprendí que la escuela sirviera para que no te engañaran, como me había dicho mi madre. Enseguida aprendí a leer y, como el maestro veía que tenía facilidad, me prestaba libros. Muchos eran de aventuras, otros de historia, pero los que me gustaban de verdad eran los de poesía, porque hablaban del amor y de la soledad, cosas así. Como dice el maestro, nunca se sabe muy bien qué dice el poeta porque el poeta siempre habla de sí mismo. "


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