Mo Yan Júbilo (fragmento) "Los chillidos de las lechuzas se hacían cada vez más tensos y estridentes como los signos de mal augurio que nos envían la muerte, y tu cuerpo se vio atravesado por una profunda sensación de frío… Un viento enloquecido y frío envolvió tus piernas… Te enderezaste, cogiste el frasco de las medicinas, y junto a tu oído escuchaste de repente la melodía alegre de una suona y la explosión de unos fuegos artificiales… Una luz casi eléctrica y roja de uno de los petardos estalló en el vacío… Un montón de confetis blancos y negros cayeron sobre la cabeza blanca como la nieve de Lu Lianshan… El tercer hijo de la familia Lu tenía que dirigirse al día siguiente a la Escuela Politécnica del Nordeste de China para cumplir con sus obligaciones… El alcalde del pueblo hizo un brindis para felicitar a la familia Lu por el logro de uno de sus hijos. El tercer hijo de la familia Lu, o Lu el Tercero, como ya se le llamaba, iba vestido con un traje a la occidental de color azul índigo y en su cuello llevaba una pajarita. En el bolsillo de su camisa había un par de bolígrafos, pero solo uno parecía estar intacto Llamaban la atención, sin embargo, las zapatillas deportivas blancas que calzaba, ya que parecían más bien de un colegial y no de un estudiante universitario… Sujetaba con sus manos una tetera con té aguado que vertía en el pequeño bol de barro del alcalde, que esbozaba constantemente una sonrisa plácida y satisfecha. El alcalde le dijo: de ti, que eres el tercer hijo de la familia Lu, sacará mucho provecho tu familia. Como se suele decir, eres como uno de esos peños que olfatean el oro por muy enterrado que esté… No hay muchos peños que sean así, aunque siguen siendo perros… Ahora te toca expandir tus horizontes, amigo. Tendrás el mundo a tus pies… La familia Lu estaba celebrando el resultado de su hijo en el gaokao como si fuera un héroe y para ello habían organizado un banquete que les dejó sin blanca. En esos momentos, decidiste ir al cementerio para quedarte a vivir delante de la tumba de tu padre…, pero antes de ir a la tumba de tu padre, fuiste a presentar tus respetos a la tumba del abuelo del tercer hijo de la familia Lu, cuya apariencia te sorprendió por el mal estado en el que se encontraba, cubierta de hierbajos, más bien pequeña, una lápida desnuda, nada del otro mundo, con algunas ratas viviendo dentro y varios apios mordisqueados por los burros que no sabías muy bien qué diablos hacían ahí encima.. Delante de la tumba había una estela de cemento manchada con varias cacas blancas y negras de gorriones y palomas torcaces… El cielo se aclaraba y pensaste en el bueno de Lu Lianshan y el comentario que hizo sobre su hijo y la universidad. Esa tumba, en efecto, no era digna del ancestro de un futuro graduado de una escuela politécnica. " El Poder de la Palabra epdlp.com