Niágara (fragmento)Joyce Carol Oates
Niágara (fragmento)

"Ariah marcaba el ritmo con el lápiz. Había desarrollado una habilidad ambiauditiva, con la que escuchaba a sus alumnos con un oído mientras con el otro escuchaba lo que estuviera ocurriendo en otra parte de la casa. Esta nueva casa que Dirk había insistido en comprar era espantosamente grande, había muchas habitaciones en las que podían entrar los niños mayores; la habitación denominada «sala del piano de mamá» era un antiguo salón que daba a la sala de estar, cerca de un pasillo que conducía a la cocina y desembocaba en la escalera. ¿Dónde estaba Bridget? Tal vez en la cocina con el bebé. Tenía que vigilar también a Royall, pero por supuesto Royall no era fácil de vigilar. Para entonces Ariah esperaba que quienquiera que hubiera llamado hubiera colgado.
Sí, parecía que Bridget se encontraba en la cocina, dando de comer y acunando al bebé de aquella manera que a Ariah le desagradaba. «Ella quiere ser la madre de ese hermoso bebé. Bueno, pues la madre de ese bebé soy yo».
A Ariah tampoco le gustaba el modo en que Royall se acurrucaba junto a la niñera irlandesa. El modo en que la niñera irlandesa le acariciaba siempre el fino cabello rubio, admirándose de sus ojos azules, abrazándole. Charlando con él, en lo que parecía habla infantil gaélica. Ariah se preguntaba si conspiraban y se reían juntos, si escondían secretos a mamá.
Chandler era demasiado mayor para que Bridget le hiciera mimos. Y él nunca estaba en casa. ¡Por suerte!
A Ariah le gustaba tener el auricular descolgado. Se sentía protegida, a salvo. Los teléfonos que sonaban la ponían nerviosa. A veces se alejaba rápidamente de un teléfono que sonara, tapándose las orejas con las manos. ¿Y si era Dirk, o aquella recepcionista de voz aterciopelada, Madelyn, a la que despreciaba? ¿Y si la llamada era para decir que Dirk volvería a llegar tarde a cenar, o que no iría a cenar?, ¿por qué iba Ariah a averiguar semejante noticia dolorosa? Era mejor no saberlo. Limitarse a ver lo que ocurría. Levantaba el auricular y dejaba que se cortara la comunicación, como al final ocurría igualmente. Aunque a veces el ama de llaves intervenía, o incluso Bridget, que no tenía derecho a hacer de doncella de salón. "



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