El complejo arte-arquitectura (fragmento)Hal Foster
El complejo arte-arquitectura (fragmento)

"La propia insistencia en lo tectónico, tanto en Serra como en Frampton, alude a su atrofia en las obras de los últimos tiempos. A este respecto podríamos citar otra historia –la de una “disociación de la sensibilidad” entre la arquitectura y la ingeniería, por una parte, y entre la escultura y la ingeniería, por la otra. La primera disociación suele remontarse, al menos emblemáticamente, a la fundación de la École Polytechnique en Francia, en 1795, cuando se dividió el adiestramiento en estos campos. La segunda disociación nunca tuvo lugar, porque, para empezar, la escultura y la ingeniería jamás estuvieron unidas: una vez más, “el acero como material de construcción […] ha sido completamente divorciado de la historia de la escultura”. A diferencia de Frampton, quien a veces sueña con un reacercamiento entre la arquitectura y la ingeniería, Serra no tiene pecados que purgar, solo una oportunidad que aprovechar, pues la separación entre escultura e ingeniería era un dato histórico conocido. De este modo, estaba libre para recrear la escultura de cara a la ingeniería a fin de volverla pertinente para una era industrial. Esta reorientación, que es un elemento  esencial de su originalidad, está presente en toda su obra, pero se vuelve programática en una pieza como Maillart Extended (1988), un poste y un dintel de barras de acero que alarga el paseo peatonal que cruza el viaducto Grandfrey (1925), diseñado por Maillart en Suiza, de una manera escultórica que revela su lógica estructural.
Sin embargo, aquí hay un peligro: una vez más, Serra podría estar desmitificando la escultura como oficio artesanal, solo para mitificarla como estructura industrial. Esto equivale a volver contra Serra su propia crítica de la escultura soldada –que constituye una formación a medio camino entre el arte y la industria– y sugerir que su estética productivista, actualmente pasada de moda, oculta más de lo que revela acerca de la relación contemporánea entre la práctica artística y el modo productivo en la sociedad en general.
Pero esta estética productivista no era anticuada cuando Serra emergió a mediados de la década de 1960 (recordemos que el constructivismo ruso solo fue rescatado de un relativo olvido por artistas e historiadores de su generación). “Veníamos de un contexto de posguerra y de posdepresión –comentó una vez Serra sobre un grupo que incluía a Andre y Morris–, donde los chicos crecían y trabajaban en los centros industriales del país”. Como hemos señalado en el capítulo siete, ellos aportaron a la práctica artística este marco de referencia, transformando los parámetros no solo de sus materiales y procesos, sino también de su emplazamiento y su modo de ser contemplado –la expansión de las dimensiones de la obra en estudios espaciosos, su incorporación de paisajes distantes, su encuentro con la arquitectura urbana, entre otras cosas. "



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