General Ricardos (fragmento) "Es sábado, es Madrid, y una placidez incontestable me remuerde el estómago. Bajo General Ricardos hacia Marqués de Vadillo, es curioso como un cuerpo se amolda a las escaleras del metro. Junto a mí tarjetas, cien tarjetas aprietan las barreras metálicas, cien tarjetas pobres al unísono chillando como cien perros maltratados. Es sábado y Ana me espera en algún indio, hablaremos de poesía, una señora se sienta cerca de mí, quizás oiga la velocidad de mi sangre, cien perros tirando de plasma, y hablaremos de poesía Ana y yo pero yo quiero decir no a la poesía quiero decir que no me interesa la poesía, que es sábado y soy feliz y me acurruco en la certeza de que no soy Machado, ni Baudelaire, ni Blas de Otero ni Villena ni todos esos poetas que me hablan de cosas tan tristes, y Ana reirá y me dirá que llevo un tiempo largo pensando en cosas -yo sabré a qué se refiere con cosas- y beberemos tragos largos de cerveza y veremos el desfile de los negros, mascarones lorquianos entre columnas de sangre y de números, y luego acosaremos la calle interminable, una lengua con terrazas, nos arrinconará el aire y dejaremos la poesía aparcada en las paredes de ese laberinto llamado Lavapiés. Es sábado, es Madrid, y subiré de Marqués de Vadillo a General Ricardos masticando la placidez incontestable de mis patatas Deluxe, mientras me vuelvo hacia Puerta de Toledo y veo a cien coches cabalgando la avenida como cien perros desatados, y pienso que todas las ciudades son la misma cuando le tuerces los ojos a la poesía. " epdlp.com |