Dama de corazones (fragmento)Xavier Villaurrutia
Dama de corazones (fragmento)

"La brisa que viene del bosque de Chapultepec y se ha mecido en los invernaderos de la exposición de flores llega hasta Susana. Las aletas
de su nariz se hinchan, entre pequeñas pausas, reconociendo los olores: rosas, mosquetas, lilas, violetas blancas, magnolias.
Le alargo, indiferente, la mano izquierda, ignorando que en ella se puede leer. Distraído, cuelgo la mirada en el perchero del rincón. Espero. ¿Por qué su mano hace temblar ligeramente la mía? ¡Qué extraña desnudez siento cuando su mano toca mi mano rayada como una carta geográfica!
Susana mira ávidamente la palma. Se turba.
Cierra los ojos. Vuelve a mirar. Más que una carta geográfica, parece el plano ferroviario de una región industrial. Se anudan las líneas, se complican, se interrumpen a trechos como si pasaran, subterráneas, por túneles bajo la epidermis; se enmarañan como una red de cabellos. No tienen significación. ¿Jeroglíficos? No. Arabescos que juegan con sus ojos, burlándolos. La línea de la vida se interrumpe para continuar segura y honda adelante. ¿Resurrección? La línea del corazón está oculta bajo un enrejado impenetrable.
Al fin, abandona mi mano. Interrogo sus resultados. Sonríe con tristeza y amargura. Sonrío con amabilidad y sueño. Aplaudo con mi mano en la suya y suavemente le insinúo que ya es tiempo de dormir. Se despide. Sufre. Al llegar a su habitación se abandonará, como todas las muchachas, decepcionada, en el lecho, apretando los cojines, despeinándose, amplificando su desengaño. Volverá al espejo, corregirá sus cabellos. Mirará sus ojos próximos a deshacerse, lustrosos. Hará dos o tres muecas y sonreirá forzadamente. "



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