Bendita memoria (fragmento)Erica Jong
Bendita memoria (fragmento)

"Feliz Hanukkah y Feliz Navidad y todo eso. Debe de resultar raro estar en California en esta época del año. Aquí nieva, como siempre, aunque no tanto como el año pasado, cuando estaba con el embarazo ya muy avanzado y cayó la gran tormenta de nieve del 47. Nunca olvidaré los coches enterrados: sólo se veta una especie de jorobas blanco-azuladas imposibles de identificar. Todavía me acuerdo de ti diciéndome por teléfono que todo Nueva York estaba bajo una ventisca y que no podías coger un tren para volver a Los Ángeles.
Mi niñita de nieve está cada día más maravillosa. Mamá, hay tantas cosas que terminan desilusionándote en la vida y, sin embargo, los bebés son muchísimo mejores de lo que dicen en los anuncios. Es algo que no deja de asombrarme.
La mala noticia es que Aaron no se encuentra bien. Ahora está internado en un lugar que se llama Chestnut Lodge (en Stockbridge) y le está tratando un médico que parece saber cómo ayudarlo. No hace falta decir que cuesta una fortuna, pero no quedaba otra alternativa. Parece que tuvo una «crisis nerviosa», o como quieran llamarlo. Lo único que sé es que fue un horror para mí y para la niña. Decía que era Jesucristo y se ponía a repetir el Sermón de la Montaña. Caminaba por un lado de la autopista, poniendo su vida en peligro, y paraba los coches y les decía, «¿No sabéis que vuestro Señor estaba circuncidado?». Le encontraron con un frío insoportable, paseando en taparrabos por el Estadio de Stockbridge, que estaba cubierto de hielo. Decía que yo era la «mujer vestida de púrpura» del Apocalipsis, y me llamaba «madre de las rameras y dé las abominaciones». No puedo explicarte cómo estaba de aterrorizada cuando empezó a ponerse violento. Me llevaba a rastras al cementerio donde están sepultados los Coppley y me amenazaba con desenterrar a Sim Coppley para «probar» mis «abominaciones».
Al final, Laurence Wilder, el profesor de filosofía de la escuela, y yo le llevamos a la clínica a que le viera el Dr. Bartlow, que ha sido muy amable. Ahora le dan tranquilizantes, pero no sé cuál será el siguiente paso. "



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