Kes (fragmento)Barry Hines
Kes (fragmento)

"Se sentó entonces para supervisar la tarea; y gradualmente, después de que nuevas plumillas se hubieran adaptado, los lápices afilado, los borradores prestado y retornado, los márgenes trazado, los tinteros rellenado, los secantes manchado, las preguntas respondido, los argumentos definido, los estudiantes hubiesen sido amonestados, los monitores se hubiesen sentado; las plumas, lápices, reglas, secantes y cuadernos caído y recogido, la clase se dispuso a trabajar.
Billy sumergió su plumilla hasta el soporte de metal, y después, balanceándose sobre las patas delanteras de su silla, con el libro y la cabeza inclinados hacia un lado, comenzó a escribir su historia:
Una historia fantástica
Una mañana me desperté y mi mama me dijo oye Billy haí está tu desalluno en tu cama abía huevos y tocino y pan y mantequilla y una tetera grande llena de té cuando tomé mi desalluno el sol brillaba afuera y me vestí y bajé por las escaleras vivíamos en una casa enorme en el brezal y teníamos alfombras en las escaleras y en el pasillo y calefación central. Cuando bajé pregunté donde esta Jud se va al ejército y no va a volver dijo mi mamá, pero tu papá va a regresar en su lugar. abía un gran fuego en la chimenea y mi papá llegaba con su maleta que se abía llevado con él no lo abía visto en mucho tiempo pero era justo el mismo que cuando se fue me alegraba que hubiera vuelto y que Jud se uviera ido y cuando llegué a la escuela todos los profesores eran buenos conmigo me decían hola Billy como anda todo y todos me daban palmaditas en la cabeza y sonreían y acíamos cosas interesantes todo el día. cuando llegaba a casa mi madre decía no voy a trabajar nunca más y todos tomábamos el té con papas fritas y fríjoles luego íbamos juntos al cine subíamos las escaleras a comer elado en los intervalos y luego nos íbamos a casa y cenábamos pescado con patatas fritas y después nos íbamos a dormir.En el descanso, Billy salió al patio. El viento que atravesaba los campos de juego lo hizo volver la espalda y levantar un hombro mientras buscaba un lugar para resguardarse. Todas las esquinas estaban ocupadas. Los muchachos se habían colocado a lo largo de las paredes y los salientes de las ventanas; algunos solos, y otros en parejas o en grupos. Sus conversaciones eran en su mayoría silenciosas y consistían en movimientos espasmódicos: un cambio de postura, una sacudida para entrar en calor o la rotación repentina de un grupo cuando uno de sus miembros se movía e intentaba utilizar a otro como cortavientos. Pero estos chicos eran espectadores. La mayoría del ruido y el movimiento provenía de las partes del patio donde cientos de muchachos se dedicaban a alguna actividad. Caminaban y hablaban, se perseguían y se esquivaban, abriéndose paso mientras jugaban partidos de fútbol u otros juegos de pelota. Combatían y cabalgaban y competían en juegos de concentración menos arduos y con objetos más pequeños en espacios más reducidos. Numerosos juegos se desarrollaban alrededor de los niños que ocasionalmente permanecían inmóviles. Bajo sus pies, sus reflejos destellaban como parches oscuros a través del suelo mojado, el cual también reflejaba el cambiante gris y negro de las nubes más bajas.
Y, sobre todos ellos, el ruido: combinaciones de voces y objetos, dependiendo del azar y las emociones de cada muchacho involucrado en cada actividad durante un momento dado; incrementando y vacilando según las fluctuaciones en el tono y el volumen provocadas por incidentes imposibles de localizar entre la actividad general.
El ruido se propagaba desde el patio a través de los suburbios, pero dejando el grueso de su volumen detrás, de tal manera que las personas que por allí pasaban, por las calles y por los jardines, se volvían hacia su fuente al oírlo, como si esperaran que este se hiciera visible sobre los tejados, como una nube o el sol naciente. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com