La herencia (fragmento)Vigdis Hjorth
La herencia (fragmento)

"No debíamos llegar tarde. Les pedí a Ebba y Søren que no llegasen tarde. Tale aplazó la vuelta a Estocolmo para poder asistir, no debíamos llegar tarde. Salimos con tiempo de sobra, pero yo no quería llegar demasiado pronto, no quería estar en la escalinata de la iglesia saludando y charlando. No debía llegar demasiado tarde, debía llegar justo a tiempo, me daba miedo pensar en ello. Cuando estábamos ya muy cerca, vimos que era demasiado pronto, no queríamos presentarnos demasiado pronto en la capilla, fuimos a la gasolinera más cercana y nos compramos un café. Nos quedamos sentadas en el coche tomando el café. No nos marchamos de la gasolinera hasta que quedaba lo justo para llegar, lo más cerca de la hora posible, pero a tiempo, yo estaba angustiada. Nos metimos en el aparcamiento, me daba miedo pensar en las personas con las que me encontraría, vi a Bård con su mujer y sus hijos. También ellos querían llegar lo más tarde posible, pero a tiempo. Salimos y nos saludamos, llegó Lars, yo estaba muy nerviosa. Llegó Karen, llegó Klara corriendo, llegaron mi ex-marido y Ebba, conté el sueño sobre mi padre y el tubo de hierro en voz demasiado alta, fuimos juntos hasta la puerta, pero yo quería esperar antes de entrar. Los demás entraron, la mayor parte habría entrado ya, porque no había nadie charlando en la escalinata, una pareja que me era desconocida me pasó por delante a toda prisa y entró. Søren llamó diciendo que no encontraba el camino, tuve que explicarle cómo llegar, Klara me dijo que tenía que entrar ya. Había entrado Bård con su mujer y sus hijos, había entrado mi ex-marido, me agarré fuerte del brazo de Tale. Klara me dijo que tenía que entrar ya, pero Søren no encontraba el camino, tenía que explicarle cómo llegar, quería hablar a Klara del sueño, Klara me arrancó el móvil de la mano y dijo que ella le explicaría a Søren cómo llegar, insistió en que entrara ya, me metieron dentro, Tale, Lars y Ebba me arrastraron dentro, no miré ni a izquierda ni a derecha, anduve lo más deprisa que pude hasta la primera fila de bancos, donde me vi obligada a sentarme y estar visible. En la primera fila del lado derecho estaba Bård con su mujer y sus hijos, en el lado izquierdo estaba mi madre con Astrid, Åsa y sus maridos e hijos, el banco de detrás estaba lleno y el banco de detrás también, la mayor parte de los bancos de la izquierda estaba llena, pero no había nadie al lado de Bård, su mujer y sus hijos, en el banco de detrás de ellos no había nadie y en el de detrás solo había un hombre, pero entonces llegué yo, entonces llegamos nosotros. Yo me senté al lado de Bård, su mujer y sus hijos, mis hijos se sentaron a mi lado y Lars se metió a presión entre los hijos de Bård y yo, así llenamos la primera fila vacía de la derecha, pero la fila de detrás de nosotros seguía vacía, la gente no quería sentarse en nuestro lado, la gente no quería estar de nuestro lado, pero a las últimas en llegar, mis amigas, que preferían sentarse muy atrás debido a su lejana relación con mi padre, el sacristán las mandó sentarse en la segunda fila de la derecha, pues se había dado cuenta de que estaba vacía y no quedaba bien. Mis amigas entraron y se sentaron detrás de Bård y de mí, en nuestro lado, de nuestro lado, y Søren llegó a tiempo con su enorme chaquetón de plumas, era el más grande. "


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