El cacique de Turmequé (fragmento)Gertrudis Gómez de Avellaneda
El cacique de Turmequé (fragmento)

"La carta del cacique al visitador, de que se halló en posesión don Alonso de Orozco, fue para él un tesoro superior en valía a cuantos hubiera podido concebir en su avidez de venganza. Aquella carta, que —como habrán notado nuestros lectores— se prestaba sin violencia a las interpretaciones más malignas, no sólo comprometía gravemente a su autor, sino también a la persona a quien iba dirigida; por tanto, el fiscal se encontraba impensadamente con medios de satisfacer su ensañado aborrecimiento hacia el hombre que le había robado el corazón de su querida —regando, además, con su sangre el sitio de amorosas citas— y de cumplir al mismo tiempo los votos de su ciego encono contra el severo censor de sus devaneos, quien —desterrándole el objeto amado— había sido origen de sus primeros pesares, y aun de las posteriores consecuencias de aquella separación impía.
Tan grande fue el júbilo que le inundó el alma que su salud —no poco quebrantada de resultas de las heridas— se robusteció rápidamente, recobrando aquella
naturaleza activa y vigorosa todo su resorte primitivo.
El importante documento —espada de dos filos en su mano— fue presentado sin pérdida de tiempo al tribunal y examinado en secreta sesión que el público no
conoció hasta ver sus efectos —sirviendo de encabezamiento a la causa criminal incoada contra don Diego de Torres, sobre el cual recayó en el mismo día mandamiento de prisión—. No se atrevió la Audiencia a dictar igual medida respecto del visitador, ya fuese porque se intimidase ante la magnitud del hecho —comprendiendo que si la opinión pública aceptaba sin dificultad la verosimilitud de que un príncipe indígena conspirase por libertar a su pueblo del extranjero yugo, no podría aceptar del mismo modo la absurda suposición de que se le asociase en la empresa el severo magistrado español honrado con la confianza del rey—, ya fuese porque se propusiera Orozco forjar, durante el curso del proceso, indicios más vehementes en que la inculpación se apoyara. "



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