Fundamentos de la historia de la música (fragmento)Carl Dahlhaus
Fundamentos de la historia de la música (fragmento)

"La controversia sobre la comprensión y la explicación puede parecer obsoleta. Sin embargo, subsiste en la disputa entre historiadores y sociólogos, acerca de las interpretaciones intencionales, causales y funcionales. Los malentendidos, que tienen su origen en una mezcla de ardor polémico y de lectura superficial, suelen desembocar en un diálogo entre sordos.
Característico de esta situación es el mal uso de las categorías “nomotético” e “idiográfico”. La distinción propuesta en 1894 por Wilhelm Windelband postula que el objetivo del conocimiento de la investigación histórica es describir y hacer comprensibles sucesos y circunstancias irrepetibles; pero no implica, de ninguna manera, que las hipótesis sobre leyes económicas, sociológicas o psicológicas deban incluirse de las explicaciones históricas. Por ende, es un gran error utilizar las categorías de Windelband para privilegiar a priori un determinado método en lo que respecta a un hecho cualquiera, por ejemplo un hecho musical. A qué disciplina corresponde un fenómeno —si a una disciplina nomotética o a una idiográfica— no depende del hecho como tal, sino del objetivo del conocimiento. “La diferencia entre investigación de la naturaleza e historia sólo comienza allí donde se trata de valorar el hecho con fines de conocimiento” (Windelband: “Geschichte und Naturwissenschaft”, en: Praludien II, 1924,149). La intención de la diferencia es metodológica, no ontológica.
Después de Windelband, Heinrich Rickert expuso la tesis de que el objeto de las “ciencias de la cultura”, de las disciplinas filológicas, era “el ser de las cosas”... “en la medida en que esté determinado por valores” (Kulturwissenschaft und Naturwissenschaft, 1926, 78). La expresión “valor” —que suena extrañamente hueca, sobre todo en plural— puede resultar irritante para los metodólogos que se aferran al principio de la “libertad de valores” de Max Weber. Pero no significa que el propio historiador sea quien fije los valores para estructurar la historia que narra. Simplemente afirma que el historiador describe hechos, parte de cuyo sentido es estar referidos a valores. Sin relaciones axiológicas, los hechos que constituyen el material de la historia serían simple escoria que ha dejado atrás el pasado: una caótica masa amorfa. Pero los valores que transforman el caos de sucesos y situaciones en una historia relatable y coherente, no están construidos por el historiador e impuestos desde fuera, sino que ya se hallaban presentes y son descubiertos. "



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