Balada del místico suicidaAdolfo Castaños
Balada del místico suicida

"Ahora viene el místico con aire de suicida.
Tres valiums se tomó, pero aún camina.
¡Caramba! ¡Como aguantan deprimidos!
Viene hacia mí como un benedictino.
¿Cómo estás, compañero?
-Canino, estoy canino.
Triste, solo, fané y descangallado.
Todo eso, si, tomándose su tiempo.
Tomar valium tiene estas cosas.
¡Aguanta, coño, que el que resiste gana!
¡Batalla, que es por la poesía!
No puedo, hermano, me consume el tiempo.
No debí de estudiar filosofía.
Mi perro me ha dejado,
la portera me espía.
Y mi madre, la pobre, me insiste en su alegría
pero también me pone muchos discos
¡y son del Mejorano!
Es grave lo tuyo, en verdad grave
más nada que no tenga solución.
Resiste, tú resiste.
Si resistes, vienes a verme otro día.
Resiste, es claro que resiste.
Estos para suicidas son muy resistentes.
Detrás de las pintas de enclenques
hay muchos kilos, pero muchos, de granito.
Viene hacia mí, lo recibo contrito.
Pongo mi mejor cara, la más triste.
Me ve cara de agobio y se resiste.
No, compañero, no voy a violentar tu sueño.
Pero ya el morbo me domina.
Necesito mi ración de buena obra.
Pero está visto, ese día sobra.
Ensaya versos, y son del Arcipreste.
Recito entonces versos de San Juan.
Mas me detiene firme: -Ese ya no es mi cantar.
Mi canto ahora está en el son.
Tomo mojitos cargados de ron
voy por la noche a Tropicana
y en tres baldosas bailo que es la mar salada.
Hasta al público que mira lanzo besos.
Lo miro con envidia. ¡Hay pecador!
Y me pregunto entonces,
¿Y ahora que hago yo?
Pero está visto. Es el poeta, los poetas.
No conocen los pesos, ni tampoco las medidas.
Tan pronto con su llanto te conmueven
que con su risa o con su grito todo atruena.
¡A veces juro que hasta llueve! "



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