Gareth y Lynette (fragmento)Alfred Tennyson
Gareth y Lynette (fragmento)

"Ya cerca de la hora en que la solitaria garza olvida su melancolía, pone en el suelo su otra pata, y esperezándose piensa en la espléndida cena que la aguarda en el distante charco, se volvió á Gareth la doncella, y, sonriendo amablemente, le habló de una caverna próxima donde le esperaban buen pan, y viandas cocidas, y excelente vino del Mediodía, que Leonor había enviado para su campeón.
Pronto entraron en una estrecha hondonada en la que se veían grandes rocas lisas, y en ellas diversas figuras, y guerreros á caballo toscamente esculpidos, y pintados de varios colores ya medio borrados. — Señor don Villano, mi buen caballero; hubo aquí en otro tiempo un ermitaño que con sus santas manos representó sobre las rocas la guerra del Tiempo contra el Alma. Y los cuatro tontos que tú sabes, de estos húmedos muros han sacado su alegoría. ¿No conoces estos caracteres? Y Gareth miró y leyó — en letras semejantes á las que aun se ven esculpidas en los derrumbaderos por cuyo fondo corre el espumoso G e l t. — Phosphorus, luego Meridies, Hesperus, Nox, Mors,  — debajo de cinco figuras de hombres armados que corrían tras el alma, la cual con las alas rotas, los vestidos desgarrados y el pelo en desorden, huía hacia la cueva del ermitaño, donde esperaba hallar protección y abrigo. — Sigamos la dirección de los rostros, — dijo Lynette, — y encontraremos la cueva. Pero ¡mira! ¿Quién es el que viene siguiéndonos? "



El Poder de la Palabra
epdlp.com