Fantasías masculinas (fragmento)Klaus Theweleit
Fantasías masculinas (fragmento)

"Como cualquier otro régimen político que se precie, el III Reich generó sus propias narrativas, entre las cuales cabe destacar la búsqueda de su legitimidad en la lucha de aquellos que consideraba sus antecedentes naturales, los freikorps, creando así un discurso teleológico que iría desde los primeros tiempos de lucha contra la revolución hasta el periodo abierto en el año 1933. Estos cuerpos paramilitares surgieron como una sociedad paralela regida por sus propios códigos morales, todo ello en medio de un clima de fragmentación generalizada de la violencia, llevando a cabo la conservación y consolidación de unas culturas de guerra de largo alcance en la historia alemana que iban a tener una influencia decisiva en los años venideros.
(…)
El lenguaje del hombre-soldado se regía por una particular Weltanschauung que, a menudo, pasaba desapercibida debido a su aparente estupidez. Este es el primer error que ha cometido la historiografía al abordar este fenómeno paramilitar donde germinó por primera vez de forma abierta la mentalidad fascista, con sus usos y costumbres. Tanto el KPD como el resto de la oposición al fascismo nunca se molestaron en tomar en serio el fascismo, curiosamente, el propio Klemperer se lamentaba por su actitud de indiferencia frente al fenómeno en los años previos a 1933, y que, por tanto, jamás llevaron a cabo una crítica y análisis profundos de éste, lo cual tuvo por resultado que su fuerza y potencial en la sociedad alemana fueran fatalmente infravalorados. "



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