Ocurrió a orillas del río (fragmento)Kerstin Ekman
Ocurrió a orillas del río (fragmento)

"La soledad. Los silenciosos pasos de los ratones. El crepitar del fuego. Los aguaceros en el tejado de chapa. Los abedules se doblaban ante el fuerte viento de la sierra. Las hojas amarillas se desprendían y manchaban las ventanas de la casa.
No hubo caza para Birger. Lo que hubo fue la silenciosa soledad. El Cristo del grabado le miraba con ojos dulces e idos. Había hojeado el Nostradamus, pero tuvo que dejarlo. Dios nos libre. Había una baraja en el cajón de la mesa y se entretuvo haciendo los solitarios que recordaba: el Desfile de Bismarck, el Arpa, el Idiota. Ahora soy yo mismo, pensó. Lo que haya ahora aquí dentro, sea lo que sea, eso soy yo.
El lago Klöppen estaba gris, agitado por olas blancas. Podía divisarlo cuando las copas de los abedules se balanceaban y se abría un resquicio. Los cuervos parecían desprenderse del mismo cielo, graznando y chillando. "



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