Inventario de algunas cosas perdidas (fragmento)Judith Schalansky
Inventario de algunas cosas perdidas (fragmento)

"La conciencia de nuestra naturaleza mortal resulta perturbadora y, por ello, hay que comprender ese vano deseo que nos impulsa a rebelarnos ante la fugacidad de la vida procurando dejar huella para la posteridad, confiando en que nuestro recuerdo se perpetúe en las generaciones venideras, a las que ni siquiera conocemos, como proclaman incansablemente los epitafios que mandamos cincelar en las lápidas de granito de nuestras tumbas, y que en muchos casos son una auténtica declaración de intenciones.
Incluso los mensajes de las dos cápsulas del tiempo que continúan vagando por el espacio interestelar a bordo de las sondas espaciales Voyager I y Voyager II son un testimonio del conmovedor deseo de llamar la atención sobre la existencia de una especie dotada de razón. Dos discos idénticos de cobre cubiertos de oro contienen imágenes y dibujos, música y sonidos, así como registros de audio con saludos en cincuenta y cinco idiomas distintos, cuya osada torpeza—«Hello from the children of the planet Earth»—dice mucho sobre la humanidad. No deja de tener su encanto imaginar que, algún día, lo único que quedará de nosotros será el Aria de la Reina de la Noche de Mozart, Melancholy Blues de Louis Armstrong y el estrépito de unas gaitas azerbaiyanas; eso confiando en que los extraterrestres que lo encuentren consigan descifrar las instrucciones grabadas sobre el disco, en forma de jeroglífico, para la reproducción del contenido fonográfico que almacena en formato analógico, y que además las pongan en práctica. La probabilidad de que esto ocurra, como admiten quienes lanzaron al espacio cósmico este mensaje en una botella, es tan escasa que la empresa puede considerarse una muestra del pensamiento mágico que pervive aún en la ciencia, un ritual cuyo propósito es la autoafirmación de una especie que no está dispuesta a aceptar su absoluta insignificancia. Pero ¿qué es un archivo sin destinatario, una cápsula del tiempo sin alguien que la encuentre, una herencia sin herederos? La experiencia nos enseña que la basura que dejaron nuestros antepasados es una de las principales fuentes de información para los arqueólogos. Un estrato geológico formado por chatarra electrónica, plásticos y residuos atómicos sobrevivirá, sin nuestra intervención, al paso del tiempo, ofreciendo un testimonio fidedigno de nuestras costumbres, contaminando la Tierra mucho después de que hayamos desaparecido. "



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