Tsitsi Dangarembga Condiciones nerviosas (fragmento) "¿Cómo puedo describir las sensaciones que me inundaban cuando Babamukuru prendió el auto, conmigo en el asiento delantero junto a él, el día que dejé mi hogar? Era una sensación de alivio, pero también de algo más. Era más que emoción y expectación. Lo que experimenté ese día era un atajo, una desviación de todo lo que yo había definido como los carriles de alta velocidad que me conducirían con rapidez a mi destino. Mis horizontes estaban saturados conmigo misma, con mi partida, con mi salida. No había espacio para lo que dejaba atrás. Mi padre, tan afable y trivialmente agradable como siempre, era insignificante. Mi madre, mi ansiosa madre, no era más que otra pieza de la escenografía que había que mantener, por supuesto que había que mantener, pero a pesar de todo superflua, un obstáculo en el sendero de mi partida. Y en cuanto a mis hermanas, bueno, ahí estaban. Me veían subir al auto de Babamukuru que me iba a transportar eficientemente a horizontes ilimitados. A ellas les correspondía aprender la importante lección de que las circunstancias no eran inmutables, ninguna carga tan imperiosa que no se pudiera dejar de lado. El honor de enseñarles esta lección de emancipación fue mío. Lo reclamé por completo, pues aquí estaba yo, prueba viviente de la lección. En mi mente no había duda alguna de que este era el caso. " El Poder de la Palabra epdlp.com