Sin final (fragmento)Jordi Cabré
Sin final (fragmento)

"Eva Amat es invencible. Ha conseguido llevarme hacia este extremo de la habitación, no porque yo tenga mucha fuerza de voluntad, sino porque ella consigue todo lo que se propone. Y con las fuerzas que no tengo, y con el cuerpo vapuleado por todos lados, consigue que los brazos se agarren al mueble y me levanten milagrosamente hasta la altura de los girasoles. Pienso que, expuestas a un gris tan aburrido y monocromo, estas hojas deben hacer poca fotosíntesis. Pero, aun así, mis ojos hipersensibles necesitan abrirse muy despacio para contemplar este trozo de madrugada: sí, se está haciendo de día. Ahora mismo el celaje alemán presenta un tono de portaaviones o de Juegos Olímpicos del año 36, de un cemento armado hasta los dientes y sin porosidades. Cerca de estos girasoles que deberían estar en huelga pero que, curiosamente, parecen saludar con entusiasmo el sopor de las nubes, están las pastillas blancas o rosas o amarillas y de momento no puedo ver nada más porque todavía no tengo la vista a la altura. Suplico a mi otro lado del telón, a la más fuerte de mis dos Alemanias, que me ayude a saltar el muro. Venga, un poco más arriba. Algo más, Eva, por favor, que ya lo tienes.
Pero ha sido verlo un instante, sentir dolor en los ojos y volver a desplomarme al suelo. El jarrón de girasoles y la caja de pastillas se me caen encima, y diría que el suelo queda cubierto de bolitas blanquecinas que ruedan hasta la puerta. Creo que mis pupilas no se esperaban un impacto tan fuerte. Es que no me lo creo. No lo entiendo, no me cuadra. Señoras y señores, con todos ustedes, como si lo hubiera visto por primera vez con todos sus blancos y negros y grises movedizos y turbulentos, sin haber sido invitado a esta gala, como un espontáneo que irrumpe en escena y desconcierta a los realizadores y hace añicos la escaleta prevista:
El mar. "



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