Los ciegos de España (fragmento)Pedro González Blanco
Los ciegos de España (fragmento)

"Todos son adustos; todos tienen el rostro anguloso, la color cetrina y tostada y el gesto picaresco; todos saben oraciones contra males, y son rezadores, por achaque de su oficio, sin que les importe un comino de Dios. Yo creo que esos ciegos son la repetición de una sola e idéntica personalidad, el ciego castellano de un solo carácter, que perdura a través de muchos individuos. He aquí dos productos genuinamente españoles: el ciego y el pícaro. A veces se diferencian; casi siempre se confunden. Porque el ciego español es el ciego único, que no se parece a ningún mendicante de ningún país. Vosotros habréis visto bajo los árboles de los paseos, y de noche en las esquinas de algunas calles, ciegos mendigando con su filarmónica o con su violín, sublimes también en su miseria y trágicos en su vulgaridad. Esos tienen su epopeya, más delicada, menos repulsiva, pero no más grandiosa que la de estos ciegos castellanos, manchegos o aragoneses. Para escribir la epopeya de aquéllos, basta con ser artista; para hablar de éstos hay que ser español. Aquélla se graba en estrofas de sabor verleniano; ésta en prosa maciza y cervantesca. Olvidad, pues, que aquéllos existen; no recordéis sus filarmónicas desafinadas, que arrancan valses de La Gran Duquesa, o sus violines desbarnizados, donde suelen sollozar en las tardes sentimentales del domingo, cuando la gente alegre cruza los paseos, habaneras desvaídas y suaves. Son muy hermosos esos ciegos con alma de niño, que lloran cuando acordan sus melodías destempladas; son muy hermosos sí, pero son afrancesados. El ciego español es otro; es el que todos habéis visto por alguna calle desierta de los barrios remotos, que arrastra junto a sí una mujer vieja, acompañante de su tartajoso canto; o ese que lleva un lazarillo, y que rasguea un guitarrico viejo. Son los que entonan siempre la misma copla, con el mismo tono e idéntica cadencia final. Los unos invocan su ceguera. "


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